domingo, 25 de julio de 2010

comunidad urbana

Introducción:

Un activista, animador o cooperante es una persona que intenta poner en movimiento una comunidad. El material de adiestramiento de este sitio web se dirige a activistas y a sus superiores, explicando métodos para conseguir que una comunidad se active.

Pero ¿qué es una comunidad?

Naturaleza de las comunidades:

Como muchos conceptos en ciencias sociales, el de «comunidad» no es fácil de definir. Utilizamos mucho la palabra, pero en este adiestramiento, es esencial preguntarnos seriamente qué significa.

Primero, reparemos en que «comunidad» es un modelo, un patrón. No es posible ver una comunidad, o tocarla, o apreciarla directamente con los sentidos. Ver Cuento del elefante. Al igual que una «colina» o un «copo de nieve», una comunidad puede tener diferentes formas, tamaños, aspectos o ubicaciones, no hay dos iguales.

Y aún más importante, una comunidad no es sólo la gente que la compone. Generalmente, una comunidad ya existía antes de que naciera ninguno de sus residentes actuales, y lo normal es que siga existiendo cuando hayan desaparecido. Es algo que va más allá de sus componentes, los residentes o miembros de esa comunidad.

En una comunidad puede haber miembros que se hayan trasladado temporalmente a otros lugares. Quizá en algún momento quieran regresar, pero no todos lo hacen.

Hay «comunidades» que, en algunos sentidos, ni siquiera tienen una ubicación física, sino que están delimitadas por ser un grupo de personas con intereses comunes. No obstante, en el material de adiestramiento que presentamos, la «comunidad» objeto de atención de un activista es habitualmente un grupo en una situación geográfica concreta.

Una comunidad es un modelo sociológico:

El concepto de comunidad no es sólo un «modelo» (patrón), es un «modelo sociológico».

Es un conjunto de interacciones, comportamientos humanos que tienen un sentido y espectativas entre sus miembros. No sólo acciones, sino acciones basadas en esperanzas, valores, creencias y significados compartidos entre personas.

Para comprender cómo opera una comunidad, y cómo cambia, es necesario aprender un poco de sociología. El activista es un científico práctico, un sociólogo. Mientras que un científico teórico se interesa en cómo funcionan las cosas, el científico práctico se interesa en utilizar ese conocimiento y obtener resultados útiles.

Una comunidad tiene vínculos confusos:

Cuando la comunidad en concreto es un pueblecito, separado por unos kilómetros de otros pueblos en una zona rural, sus vínculos parecen simples a primera vista. Puede parecer que este patrón de interacción humana sólo consiste en los residentes de esa zona, de ese pueblo.

Pero los residentes interactúan también con gente de fuera del pueblo. Se casan con personas de otros sitios, y pueden trasladarse o traer a la esposa a vivir con ellos. Al cabo de un tiempo, los residentes de ese pueblo tendrán hermanas, hermanos, primos, padres y otros parientes viviendo en otra parte.

Los vínculos de esa comunidad ya no son tan precisos.

Pueden existir comunidades dentro de las comunidades:

Pueden darse comunidades dentro de comunidades mayores, como provincias, regiones, grupos étnicos, países y otros tipos. Puede haber matrimonios y otras interacciones que relacionen pueblos en ambos extremos de un país.

Las comunidades pueden trasladarse:

Además, cuando la tecnología no se basa en la agricultura local, los residentes de una comunidad pueden ser físicamente móviles.

Puede tratarse de pastores nómadas que recorren grandes distancias con su ganado. Pueden ser grupos de pescadores que se trasladan de vez en cuando a donde se encuentra el pescado. Pueden ser cazadores que cambian de lugar siguiendo a las manadas.

Las comunidades urbanas son especiales:

En áreas urbanas, una comunidad puede ser un pequeño grupo de varios hogares de gente con un origen común. A su vez, esa comunidad puede formar parte de una comunidad de vecinos, un barrio o cualquier otra división urbana local.

Según los vínculos se hagan más amplios, habrá una mayor heterogeneidad (diferencias de origen, idioma, religión y otros rasgos que conforman una identidad común). A su vez, formará parte de una municipalidad, que a su vez pertenecerá a la aglomeración que compone una ciudad mayor.

En general (con excepciones), una comunidad urbana tiene vínculos más imprecisos, es más difícil de delimitar, es más heterogénea (variada, mixta), más compleja, más difícil de organizar utilizando métodos ordinarios de desarrollo de comunidades, y tiene metas más complejas y sofisticadas que las comunidades rurales.

Perspectiva social de los asentamientos humanos:

Un asentamiento humano, o comunidad, no es solamente un conjunto de casas. Es una organización (social y cultural) humana. (Las casas, que son productos culturales de la humanidad, están incluidas en una de las seis dimensiones sociales de la cultura, la dimensión tecnológica, como se explica más abajo).

Tampoco es sólo un conjunto de individuos humanos. Es un sistema sociocultural: está organizado socialmente. Esto significa que usted necesita conocer algunas cosas sobre el concepto de sociedad, que enseña la sociología. La comunidad tiene una vida propia que va más allá de la suma de todas las vidas de sus residentes.

Como organización social, una comunidad es cultural. Ver cultura. Esto significa que es un sistema de sistemas, y que se compone más de cosas que se aprenden que de factores transmitidos por genes y cromosomas. Todos los elementos culturales de una comunidad, desde su tecnología a sus creeencias compartidas, pueden transmitirse y guardarse por medio de símbolos.

La animación social (promoción de la participación comunitaria o autoayuda) moviliza y organiza una comunidad. Esto significa que la organización social de la comunidad cambia, aunque sea sutilmente. El activista o animador, por lo tanto, es un agente de cambio social o catalizador. La comprensión de la naturaleza del cambio social en una comunidad, su naturaleza social, es una herramienta que debe contarse entre las que utilizan los activistas.

Un activista debe conocer la sociedad:

Puede ser peligroso juguetear con el cambio en algo que usted no conoce en absoluto. Por lo tanto, es responsabilidad del activista conocer un poco las ciencias de la antropología y la sociología (1).

Un activista es un sociólogo práctico, así que tiene que conocer las materias más importantes del tema. (Aunque la movilización es una ciencia social aplicada, no es lo mismo que la ingeniería social. Ver ingeniería social).

Aunque la ciencia de la sociología se enseña habitualmente en las universidades, y en la actualidad un sociólogo es un licenciado universitario, usted no necesita toda esa educación formal. Partiendo de aquí, y quizás también haciendo un poco de investigación bibliográfica por su cuenta, puede aprender la sociología que necesita para comprender la naturaleza social de las comunidades.

Lo más importante que tiene que aprender, como ya se ha mencionado, es que un organismo social como una comunidad tiene una vida propia que va más allá de las vidas de sus componentes. Estas personas sufren sus propios cambios mientras se desarrollan como seres humanos. Nacen, crecen, se hacen adultos, se casan, consiguen trabajos, algunos se convierten en dirigentes, tienen hijos, mueren. Todos esos cambios personales en los residentes, por sí mismos, no cambian la sociedad o la comunidad. De hecho, tal y como se consideran, contribuyen a la estabilidad de la sociedad y a la continuación de la comunidad.

Lo siguiente que hay que aprender también se ha mencionado brevemente. Todos los factores sociales y culturales se transmiten por medio de símbolos, en lugar de por genes. El desarrollo comunitario, que es una forma de cambio social, exige cambios en los mensajes de los símbolos, no manipulación genética.

Tenga presentes los elementos esenciales de la sociedad:

Aunque que la sociología de por sí puede ser interesante, el activista necesita saber más para ser un activista más eficiente.

La noción de «comunidad» es un modelo social, por lo que es importante comprender la naturaleza de «social». Por ejemplo, ¿qué tipo de «cola» mantiene unida una comunidad (o cualquier organización social)? ¿Cómo pueden ser interdependientes las personas entre sí, incluso cuando están convencidos de que son organismos independientes? Esta creencia, aunque inexacta, ¿es un factor en el sostenimiento o mantenimiento de la organización social?

En este caso, lo más importante que un activista tiene que percibir son las interconexiones entre las dimensiones culturales que comprende una comunidad. Aunque los sociólogos discrepen sobre la naturaleza precisa de esas interconexiones, todos ellos estarán de acuerdo en que la característica básica de la sociedad (y por tanto, de las comunidades dentro de ella) es la interconexión de estas dimensiones culturales. Una comunidad, como cualquier otra institución social, no es solamente una colección de personas individuales: es una amalgama cambiante de relaciones, actitudes y comportamientos de sus miembros.

Recuerde que su meta es la potenciación comunitaria. Saber lo que es una comunidad y conocer su naturaleza social y cultural le ayudará a distinguir lo que se está potenciando gracias a sus esfuerzos.

La cultura se aprende:

Ya hemos mencionado que una comunidad es un organismo cultural, y que va más allá de los seres humanos individuales que la forman.

En ciencias sociales, la cultura es algo mucho más amplio que la ópera y el ballet. Entonces, ¿qué es? La cultura consiste en todas esas cosas, incluyendo acciones y creencias, que los seres humanos (como animales físicos) aprenden, lo que los hace humanos. La cultura abarca el comportamiento, pero no las cosas que vienen determinadas genéticamente. La cultura se guarda y transmite por medio de símbolos, no por cromosomas.

Mientras que parte de esa cultura se aprende en la infancia (por ejemplo, a hablar) otra parte se aprende en la madurez. Cuando el activista está comprometido a promover el cambio social, lo que está fomentando es el aprendizaje de nuevas ideas y comportamientos. El proceso de aprender una cultura, el del niño que se convierte en adulto, se llama culturización o socialización. Cuando la aprende una persona que se ha trasladado a una sociedad diferente, o cuando la comunidad de esa persona cambia, se llama aculturación. Puesto que usted, como activista, está involucrado en la estimulación del cambio social en una comunidad, tendrá que enfrentarse con la aculturación. Por lo tanto se necesitan conocimientos de educación de adultos.

Esta definición sociológica de cultura, que es la sociedad en sí misma, no es la imagen común que tiene la gente, es decir, danzas y tambores, o solamente las artes (que están englobadas en una de las seis dimensiones de la cultura, la dimensión estética).

La cultura trasciende a los humanos:

La cultura es superorgánica (y una comunidad es cultural). Comprender este concepto especial, «superorganismo», es importante para entender qué es una comunidad.

Al igual que el nivel orgánico tiene su base en elementos inorgánicos (las células vivas están compuestas de átomos no vivos), el superorganismo se basa en elementos orgánicos (la sociedad no es un ser humano, pero está compuesta de seres humanos). Esto significa que durante la animación (movilización y organización) de una comunidad, el activista tiene siempre que ser capaz de separar lo que le sucede al conjunto de la comunidad de lo que les pasa a individuos particulares. La palabra «trascender», aquí, significa «ir más allá». En este contexto no tiene connotaciones religiosas.

Al igual que un árbol ─como organismo vivo─ trasciende los átomos, moléculas y células que lo forman, una comunidad ─en un contexto cultural─ o cualquier organización social, transciende los seres humanos que la componen. Un árbol o un perro no existirían sin sus átomos o células, ni una comunidad sin sus seres humanos individuales. Los principios que afectan a un átomo o célula de un perro o de un árbol no son iguales que los principios que afectan al perro o al árbol. La fuerzas que afectan a un ser humano individual en una comunidad no son las mismas que afectan al desarrollo de esa comunidad.

Un buen activista debe comprender la naturaleza del cambio social en una comunidad y ser capaz de distinguirlo de los cambios que llevan a cabo los individuos de esa comunidad. Para ello, el activista debe desarrollar una perspectiva social, y ver cómo una comunidad trasciende a sus miembros.